He de decir que todo esto es cuestión de prioridades, pero personalmente tengo muy claras cuáles son las mías y hay cosas que no se compran mediante el éxito ni mucho menos con dinero.
Para empezar os dejo una canción que habla sobre una parte bastante importante de lo que yo quiero referenciaros en esta estrada semanal.
Bueno, pues después de esta canción llena de verdades, me gustaría invitaros a la reflexión profunda de vuestros actos en cuestión de mostrar los sentimientos. Y una vez llegados a este punto analizar si con vuestros padres, hermanos/as , pareja , amigos/as, colegas , conocidos/as o COMPAÑEROS /AS habéis tenido en alguna ocasión, la sensación de no haber mostrado los sentimientos todo lo necesario o si de algún modo los habéis encubierto por otras prioridades banales . Y si esto es así, os habéis preguntado por qué.
Quizás por propio interés en algunas ocasiones.
En el caso de haberos dado cuenta después de la reflexión de no mostrar los sentimientos lo suficiente por rutina o por costumbre, si me permitís os daré un consejo basado en la experiencia, nunca, jamás, bajo ningún concepto dejéis de mostrar los sentimientos por el simple hecho de estar seguros que la otra persona sabe lo que sentís.
El por qué de esto es muy simple y al mismo tiempo lo más duro que los seres humanos sufrimos en la vida, NO SOMOS ETERNOS, hoy estás y mañana no.
Es entonces cuando te das cuenta de las cosas que te hacen falta decirle a esa persona, echas la vista atrás y desgraciadamente te das cuenta de que ni el éxito, ni el dinero, ni las medallas, ni los reconocimientos, ni la ambición por ser mejor y tener más que los demás o por ser protagonista de algo, nada y cuando digo nada es NADA, te puede dar lo que otro ser humano te da.
Por eso a veces pienso que estamos en un mundo cada vez menos humano donde sólo nos importamos nosotros mismos y dejamos ir lo que verdaderamente importa por culpa entre otros muchos factores, de la pérdida de valores que existe.
Valores que reivindico en primer lugar como persona humana y en segundo lugar como futura profesional que entre otras muchas funciones, mi deber es ensalzar valores como estos. De ahí que no seamos docentes los Educadores Sociales y nuestra profesión se encargue de la educación no formal, que no menos importante ya que una buena educación es aquella que es completa y lleva al ser humano hacia la perfección de una manera íntegra.
Y sin más me despido, un cordial saludo a todos/as y millones de gracias por vuestras visitas.
Recordad, lo que más vale no tiene precio.
NAMASTÉ.
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